¿Qué se entiende por seguridad alimentaria?
Cuando se habla de seguridad alimentaria se hace referencia al uso de distintos recursos y estrategias para asegurar que todos los alimentos sean seguros para el consumo. Pero la definición de seguridad alimentaria ha evolucionado con el tiempo. Autosuficiencia, acceso a alimentos y nutrición han sido términos que se han ido asociando a ella con los años. En la actualidad, el concepto se sustenta en cuatro fundamentos: disponibilidad, estabilidad, acceso y uso.
El presente artículo del blog de CESA Prevención detalla en qué se basan estos pilares y cuál es el contexto global de la seguridad alimentaria hoy en día.
Contexto global de la seguridad en la alimentación
El cambio producido en los últimos años en los sistemas de producción o la globalización han influenciado de manera decisiva en la seguridad alimentaria. Desde hace años, términos como seguridad y calidad son cada vez más reconocidos, aceptados y exigidos por el consumidor, lo que ha obligado también a hacer frente a nuevos retos y desafíos para prevenir riesgos alimentarios.
La seguridad alimentaria, tal y como se conoce hoy en día, se ocupa sobre todo de que los alimentos no supongan un riesgo para la salud y que sean saludables. Para ello, es importante que estas dos premisas se cumplan desde el primer momento de la producción y en toda la cadena alimentaria.
Los cuatro fundamentos de la seguridad alimentaria
En 1996, con motivo de la Cumbre Mundial de Alimentación, se consideró que la “seguridad alimentaria se consigue cuando las personas tienen, en todo momento, acceso físico y económico a alimentos seguros y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias con el fin de llevar una vida activa y sana”. De acuerdo con los conceptos que aporta la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el término de seguridad alimentaria engloba cuatro acepciones básicas:
1. Disponibilidad física de los alimentos para todo el mundo, que depende del nivel de producción y de las existencias.
La seguridad alimentaria vela por garantizar que haya una cantidad suficiente de alimentos para cubrir las necesidades de la población mundial, ya que es esencial para prevenir la hambruna y asegurar el acceso a una dieta saludable y nutritiva.
2. Acceso a los alimentos que garantiza el diseño de políticas destinadas a alcanzar los objetivos de seguridad alimentaria.
Este fundamento de la seguridad alimentaria abarca desde estrategias de distribución equitativa hasta medidas que fomentan la disponibilidad de alimentos a precios asequibles, asegurando que todas las personas tengan la capacidad económica y física para adquirir los alimentos necesarios.
3. Uso de alimentos, es decir, la manera en que el cuerpo aprovecha los distintos nutrientes de los alimentos.
La seguridad alimentaria no solo se centra en el acceso a alimentos, sino también en garantizar a través de este fundamento una ingesta adecuada y equilibrada de nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del organismo, promoviendo la salud y previniendo enfermedades relacionadas con la malnutrición.
4. Estabilidad del acceso a alimentos, esto es, que la disponibilidad a los alimentos seguros sea periódica, no puntual.
Evitar situaciones de escasez puntual y abordar los riesgos nutricionales a largo plazo son aspectos clave. En este caso se habla de riesgo nutricional. En este campo influyen las condiciones climáticas o factores económicos, para mantener un suministro constante de alimentos a lo largo del tiempo, protegiendo así la seguridad alimentaria de las comunidades.
En conclusión, la seguridad alimentaria es un concepto que ha evolucionado con el tiempo, abordando no solo garantizar alimentos seguros, sino también la autosuficiencia, el acceso equitativo y la nutrición adecuada. Hoy en día, la seguridad alimentaria se enfoca en asegurar que los alimentos no representen riesgos para la salud y promover su calidad desde la producción hasta la cadena alimentaria. La implementación de políticas equitativas, el aprovechamiento adecuado de nutrientes y la estabilidad en el acceso a alimentos son cruciales para mantener una seguridad alimentaria sólida y proteger la salud de las comunidades a lo largo del tiempo. En este contexto, es fundamental reconocer la interconexión entre la disponibilidad, el acceso, el uso y la estabilidad, ya que cada uno de estos pilares contribuye de manera integral a la construcción de un sistema alimentario seguro y saludable para todos.
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