Gases en la soldadura: tipos, riesgos y protección

La soldadura es una técnica esencial en un gran número de sectores industriales, abarcando principalmente la construcción y la fabricación de maquinaria. Sin embargo, este proceso implica una serie de riesgos para la salud, especialmente por la exposición a gases y humos generados durante la operación. Conocer qué tipos de gases se utilizan, cuáles son sus funciones, y qué medidas de prevención deben adoptarse es clave para garantizar entornos laborales seguros y evitar afecciones graves en los trabajadores. 

En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre los gases en la soldadura.

¿Qué son los gases en la soldadura?

Diferencias entre gases y humos de soldadura

Aunque a menudo se mencionan juntos, los gases y los humos de soldadura no son lo mismo. Los gases de soldadura son sustancias en estado gaseoso que se utilizan activamente durante el proceso, como el argón o el dióxido de carbono. Los humos de soldadura, en cambio, son partículas sólidas suspendidas en el aire que se generan como un subproducto del proceso térmico.

Cómo se generan los gases durante el proceso de soldadura

Pueden generarse de diferentes formas. En primer lugar, algunos gases se suministran externamente como parte del gas de protección que rodea el área de soldadura para evitar la contaminación del metal fundido. En segundo lugar, los gases pueden originarse por la descomposición térmica de los recubrimientos del electrodo, los fundentes o el propio material base debido al calor extremo del proceso. Finalmente, las altas temperaturas del arco eléctrico provocan reacciones químicas entre los componentes del metal y el aire, generando gases residuales y vapores que pueden ser tóxicos. Esta combinación de fuentes hace que la atmósfera en el área de trabajo pueda contener distintos gases peligrosos.

Clasificación de los gases utilizados en soldadura

Gases activos vs. gases inertes

Los gases usados en soldadura se dividen principalmente en:

Tipo de gas

Ejemplo Función principal
Gases inertes

Argón, helio

Proteger la soldadura sin reaccionar
Gases activos

CO₂, oxígeno

Mejorar la estabilidad del arco

Los gases inertes no reaccionan con los materiales, mientras que los activos pueden influir químicamente en el proceso de soldadura.

Gases más comunes según el tipo de soldadura

Tipo de soldadura

Gases comunes
MIG

Argón, CO₂, mezclas de ambos

MAG

CO₂, O₂ y mezclas con argón

TIG

Argón puro, helio, o mezclas de ambos

Funciones específicas de cada gas en el proceso

Cada gas empleado en la soldadura tiene funciones específicas que impactan en la calidad y características del proceso. Por ejemplo, el argón es un gas inerte que protege el área de soldadura evitando la oxidación y proporcionando un arco estable, ideal para metales no ferrosos como el aluminio. El dióxido de carbono, un gas activo, mejora la penetración del arco y es económico, aunque puede generar más salpicaduras durante la soldadura. El helio, otro gas inerte, tiene una mayor capacidad calorífica, lo que permite soldar materiales más gruesos con mayor rapidez, y suele usarse en combinación con argón para mejorar la eficiencia. Por último, pequeñas cantidades de oxígeno se agregan en algunos procesos para estabilizar el arco y facilitar la oxidación controlada, aunque un exceso puede deteriorar el metal soldado.

Riesgos para la salud por exposición a gases de soldadura

Composición y toxicidad de los gases

Los gases generados pueden contener compuestos tóxicos como:

  • Monóxido de carbono (CO)
  • Óxidos de nitrógeno (NOx)
  • Ozono (O₃)
  • Fluoruros

Enfermedades asociadas a la inhalación de gases y humos

Estas son las enfermedades más comunes al respirar de manera continuada los gases:

  • Irritación de vías respiratorias: frecuente en exposiciones cortas sin protección.
  • Neumonitis química: inflamación pulmonar causada por gases tóxicos.
  • Bronquitis crónica y EPOC: por inhalación prolongada de partículas y vapores.
  • Asma ocupacional: puede desarrollarse con la exposición constante.
  • Cáncer de pulmón: riesgo elevado en trabajos prolongados con exposición a ciertos compuestos metálicos (como cromo o níquel).
  • Efectos neurológicos: la exposición a manganeso y otros metales puede afectar el sistema nervioso.

Factores que agravan los efectos nocivos

Los efectos pueden agravarse por varios factores. Trabajar en espacios cerrados y mal ventilados es uno de los principales riesgos, ya que la concentración de gases tóxicos se incrementa y puede superar los límites seguros. El uso de materiales contaminados o recubiertos con sustancias como aceites, pinturas o barnices produce gases aún más peligrosos al descomponerse. Además, la ausencia o el uso inadecuado de equipos de protección personal incrementa la inhalación directa de estos contaminantes. La duración prolongada de la exposición diaria sin pausas ni descanso adecuado también contribuye a la acumulación de efectos dañinos en el organismo. Finalmente, la falta de formación sobre estos riesgos dificulta la adopción de prácticas seguras por parte del soldador.

Normativas y límites de exposición en entornos laborales

Regulaciones internacionales y nacionales

Para controlar la exposición a gases y humos en la soldadura, existen diversas normativas a nivel internacional y nacional que establecen límites y directrices de seguridad. En España, el INSST establece valores límite ambiental (VLA) y recoge las normativa técnica de seguridad para maquinaria de soldadura y protección de la salud laboral. 

Estas regulaciones obligan a realizar mediciones periódicas del ambiente de trabajo, implantar sistemas de ventilación adecuados y proveer equipos de protección personal certificados. Cumplir con estas normas no solo es un requisito legal, sino una medida esencial para preservar la salud y seguridad de los trabajadores.

Recomendaciones de seguridad para soldadores

  • Medición periódica de niveles de gases y humos.
  • Ventilación mecánica o extracción localizada.
  • Formación continua sobre riesgos específicos.
  • Supervisión médica periódica.

Medidas de protección frente a los gases de soldadura

Sistemas de ventilación y extracción localizada

  • Uso de campanas extractoras en puntos de soldadura.
  • Sistemas móviles de filtración.
  • Ventilación natural en combinación con sistemas mecánicos.
  • Evaluación previa de los flujos de aire del entorno.

Equipos de protección personal (EPP)

Tipo de EPP

Función principal

Mascarillas autofiltrantes

Protección contra partículas (humos)

Respiradores con filtro

Filtrado de gases y vapores nocivos

Pantallas y visores faciales

Protección ocular y respiratoria combinada

Buenas prácticas en el entorno de trabajo

Es fundamental evitar soldar sobre superficies contaminadas con aceites, pinturas o barnices, ya que pueden generar gases tóxicos adicionales. También es recomendable orientar el humo y gases generados lejos del rostro, utilizando corrientes de aire adecuadas para evitar su inhalación directa. Mantener el área ventilada y despejada facilita la circulación constante de aire, reduciendo la concentración de contaminantes. Además, realizar pausas programadas ayuda a minimizar la exposición acumulativa durante jornadas largas. La formación continua sobre riesgos específicos y medidas de prevención debe ser un pilar en la cultura de seguridad. Finalmente, supervisar los sistemas de ventilación y extracción y planificar la disposición del puesto de trabajo contribuyen a evitar la acumulación de gases nocivos y mantener un ambiente saludable.

Preguntas frecuentes sobre los gases en la soldadura

¿Qué gas se usa para soldadura MIG y TIG?

Para MIG, se utilizan principalmente CO₂ y mezclas con argón. En TIG, el gas más común es el argón puro, aunque también puede combinarse con helio.

¿Son peligrosos todos los gases de soldadura?

No todos los gases son igual de peligrosos, pero incluso los inertes pueden desplazar el oxígeno y provocar asfixia en espacios confinados. Los gases activos y subproductos tóxicos representan mayores riesgos.

¿Cómo saber si la exposición es peligrosa?

Se deben realizar mediciones personales periódicas y evaluar síntomas como irritación ocular, tos persistente o mareos. El uso de detectores de gases y la vigilancia de la salud obligatoria aplicando los protocolos son claves para evitar daños por inhalar gases de soldadura.

La importancia de la gestión de los gases en la soldadura

La correcta gestión de los gases en la soldadura es fundamental para proteger la salud de los trabajadores y garantizar la calidad del proceso. Conocer los tipos de gases, sus funciones y los riesgos asociados permite implementar medidas de prevención eficaces, como sistemas de ventilación adecuados y el uso correcto de equipos de protección personal. 

Desde CESA Prevención, mantenemos que cumplir con la normativa vigente y fomentar la formación continua contribuye a minimizar los daños y crear un entorno laboral seguro y saludable. La prevención y el control son claves para que la soldadura siga siendo una técnica productiva y garantice la seguridad en el trabajo. Si tras leer este artículo te ha quedado alguna duda pendiente, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.